Pettoruti y los arlequines.
“Seis cuadros. Un concepto”.
Pettoruti, después de estar con los futuristas y los cubistas en Europa, vuelve a la Argentina y es uno de los que “llevan la modernidad” a Buenos Aires, una de las plazas culturales más importantes de Latinoamérica.
Lo maravilloso de su obra es que, si bien vanguardista, tiene un componente que le da un aire clásico y es su orden, su composición equilibrada, con un colorido y una luz también “muy estudiados”.
Para Emilio Pettoruti, la pintura debe ser “construcción y color”, y para esa exploración suya de la exquisitez formal, elige motivos como botella, copas, fruteras.
Pero además de los bodegones, durante varios años pinta una serie de arlequines, que se convierten en uno de sus motivos más conocidos, y un perfecto ejemplo de la búsqueda de equilibrio y armonía que le obsesiona.
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1 comentario
Livia · 16 septiembre, 2019 a las 6:19 pm
¡Divino!