Ángeles Santos Torroella.
Pintoras maravillosas.
Ángeles Santos Torroella (1911-2013).
Un mundo (1929).
Cuando el público ve los primeros cuadros expuestos por Ángeles Santos, se siente extrañado por cierta torpeza técnica, porque son disparatados, porque el color no es armónico. Son las pinturas de alguien “que no sabe pintar”.
Sin embargo, esas obras inocentes (como todas la obras del arte naif -que significa “ingenuo”) tienen la fuerza de la espontaneidad, tienen una enorme potencia expresiva, están libres de influencias, de prejuicios, de artificios para tratar de agradar al público.
Obras que escapan de la realidad para refugiarse en mundos de fantasía, mundos soñados, universos surrealistas.
Después del primer impacto, esas obras terminan (como podemos imaginar) resultando originales, deliciosas.
Ángeles tiene 16 años. Es la chica “ingenua” que pinta naturalmente con ingenuidad. Por su corta edad, muchos la nombrarán simplemente Angelita.
Joven prodigio, promesa de la pintura española y universal, Ángeles decide pintar Un Mundo (el cuadro que elegimos), el que termina siendo su obra maestra, en una tela de enormes dimensiones (unos 3m x 3m). Cuando su padre consigue el lienzo, lo clava en la pared de la casa para que la joven lo pinte. Ella tiene 18 años y se propone “pintar todo lo que he visto”. Una tarea monumental.
El mundo de Angelita es un planeta “cúbico” junto a una extraña escalera. Unas mujeres tocan música y otras suben hasta el sol para tomar fuego e iluminar las estrellas. También hay ángeles que llevan al Cielo las almas del cementerio. O, como dice la artista: “…al Cielo o tal vez a otros mundos”.
Una de las caras del extraño planeta representa a Valladolid, la ciudad de la pintora, y las otras caras representan lugares donde ella ha estado.Siempre decimos que el arte sucede cuando un artista crea una nueva versión del universo. La versión de Ángeles es el mundo mágico de su infancia. El universo maravilloso que vieron sus ojos de niña.
Y eso nos permite disfrutar una obra de arte de creatividad pura, en cuyo proceso no ha intervenido la “intelectualización”. Algo que podemos comprobar cuando la artista (ya de grande) habla sobre su obra. Para ello elegimos una frase que, justamente, desbarata cualquier tipo de interpretación sofisticada: “En lugar de representar la tierra redonda la hice cuadrada, en planos, porque yo había leído sobre el cubismo y así me resultaba mas fácil ir colocando las cosas”.
Si quieres leer más sobre el tema, te recomendamos algunos links:
El arte naif.
Una de las pintoras españolas de vanguardia: Maruja Mallo.
Otra española maravillosa: María Blanchard.
Recuerda que también puedes encontrar más material utilizando el buscador de la página.
2 comentarios
Haydée Romagnoli · 6 noviembre, 2018 a las 10:00 am
Qué maravilla! No la conocía.Me gusta mucho que publiquen artículos de artistas que no son conocidos por la mayoría.Sobre todo de mujeres. Gracias
Maria Amelia Guerrero · 6 noviembre, 2018 a las 9:23 am
No la conocía… muchas gracias, siempre aprendo algo nuevo para mí. Felicitaciones!