La mandolina
Historias
La mandolina y el nacimiento del estilo de Botero
El estilo propio que desarrolló Fernando Botero (algunos incluso llaman a ese estilo “boterismo”) surgió de una manera muy interesante (no podemos decir “por azar”, ya que seguramente sucedió porque de alguna manera el artista llevaba eso adentro y tenía que suceder).
Antes que nada, aclaremos que el estilo de Botero no consiste en pintar “personas gordas”, sino en dar “monumentalidad” tanto a las personas como a los objetos. Con exuberancia, abundancia, proporciones “generosas”, Botero le da a los personajes y a los objetos una nueva sensualidad.
Una sensualidad que se enriquece en la armonía y la calma que transmiten sus escenas.
Incluso ese “boterismo” no nació cuando el artista dibujaba una persona sino un objeto: una mandolina, específicamente (aunque no es la del cuadro que elegimos -después de aquel primer dibujo, el artista pintó varias mandolinas como ésta a lo largo de su carrera).
El artista cambió algo muy pequeño y transformó así toda una perspectiva, cambió todo un lenguaje. Fue en 1956, dibujando en el parque una mandolina, cuando por intuición dibujó el agujero del instrumento en una escala mucho menor, y al hacer el agujero pequeño, la mandolina se vio entonces de un volumen “desbordado”.
Desde ese momento hasta la actualidad, Botero convirtió esa mandolina en su lenguaje personal, único, reconocido en cualquier rincón del mundo.
Él mismo lo cuenta y reflexiona de esta manera: “Un día, mientras dibujaba una mandolina de rasgos generosos, en el momento de hacerle el hueco al instrumento, lo hice muy pequeño y la mandolina adquirió proporciones fantásticas. Mi talento fue haber podido reconocer que algo había pasado”.
Decididamente, el talento de un artista, más que por su virtuosismo técnico, pasa por ver y no dejar pasar aquello que los demás no ven y aquello que los demás dejan pasar.
Imagen: Naturaleza muerta con mandolina (fecha incierta). Fernando Botero.
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1 comentario
Maria · 22 diciembre, 2019 a las 2:07 pm
Me encanta Botero