Arte bizantino.

Arte bizantino Cristo Pantocrátor mosaico del siglo XII

Movimientos artísticos, períodos y estilos en 5 puntos.

Arte bizantino.

 

  • Primero hay que tener en cuenta el enorme segmento de la historia que abarca el desarrollo de este arte que es el arte de Constantinopla (anteriormente llamada Bizancio y actualmente Estambul): más de un milenio, desde el siglo IV al siglo XV (atravesando toda la Edad Media). Constantinopla es la capital del imperio romano de Oriente y capital del arte occidental (aunque suene a contradicción) durante gran parte de ese período. Un período que al ser tan extenso, el arte (que tiene mucho que ver con el poder del emperador y la religión) irá evolucionando a partir de distintos eventos históricos. Por eso vamos concentrarnos en las características más comunes que lo definen. Esas características que hacen que frente a un mural o un mosaico, no tengamos dudas de que se trata de una obra bizantina o con influencias de esa cultura.
  • Como Constatinopla está enclavada en el límite entre dos mundos, el arte resultante es una rica mezcla de influencias del arte griego, el romano y el oriental (por oriental nos referimos al arte persa y más tarde al arte islámico). Donde más peso tiene es en la arquitectura, que es monumental. Y en lo que hace a lo pictórico, lo veremos expresado fundamentalmente en frescos y mosaicos en las iglesias o en miniaturas en libros religiosos, o en pequeñas tablas de imágenes religiosas (íconos) pintadas en temple.
  • No hay una preocupación por la representación “fiel” de la realidad, porque justamente no se representa el mundo real, sino el mundo espiritual. Por eso es un arte que no busca ser realista sino simbólico (su objeto es dar un mensaje religioso y manifestar el poder de la religión y el emperador).
  • Entre las características que lo definen encontramos el hieratismo: cierta rigidez y “poca expresividad” de las figuras que tiene que ver con la idea de transmitir solemnidad. Las figuras suelen estar alargadas y se ven de frente (lo que llamamos “frontalidad”). La perspectiva no es importante, no vemos casi profundidad, pero sí (justamente por esa cuestión de lo simbólico) encontraremos a veces el uso de la perspectiva jerárquica (se ve más grande no el sujeto que está mas cerca del espectador, sino el que tiene más poder). Donde hay muchas figuras, es común encontrar que muchas se reiteran y el recurso de la isocefalia: cuando muchos personajes tienen el mismo rostro, la misma cabeza. Y también es típico en este arte la exageración en la ornamentación, el no dejar casi espacios sin decorar, lo que se llama “horror vacui”, que quiere decir “miedo al vacío”.
  • Pero la característica que más resalta a simple vista es el uso de colores planos y brillantes. Y el dorado. Mucho dorado. Un brillo muy funcional a la espectacularidad con que se busca transmitir el poder divino. Brillo que encontramos fundamentalmente en los mosaicos, que se hacen con teselas de mármol de colores, o de barro cocido policromadas con pasta de vidrio.

 

Imagen: Cristo Pantocrátor. Mosaico del siglo XII. Basílica de Santa Sofía, Estambul.

 

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La maniera greca, término para referirse a la influencia que ejerció el arte bizantino.

La pintura gótica.

La escuela de Siena o sienesa.

El horror vacui o miedo al vacío.

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