Jacques-Louis David.
Cuadros fundamentales para entender la historia de la Pintura.
Juramento de los Horacios (1784). Jacques-Louis David.
Óleo sobre tela. 326 cm x 420 cm.
Museo del Louvre. París, Francia.
El neoclasicismo es adoptado como una especie de “bandera estética” de la Revolución Francesa.
Recordemos que el movimiento artístico, al igual que la Revolución, nace como oposición al espíritu del antiguo régimen, donde la aristocracia y la realeza llevan una vida liviana, superficial, a expensas de un pueblo que padece miserias, lo que a su vez ha derivado en un arte al que se lo considera frívolo y decorativo (estamos hablando del rococó).
El pintor más representativo de neoclasicismo, pintor por excelencia de la Revolución Francesa, luego el “pintor de Napoleón”, es Jacques-Louis David.
David no sólo se rebela contra el rococó sino que cree que el arte debe ser un vehículo para difundir ideales éticos. Busca el ideal de pureza “retornando” a la Antigüedad Clásica. Por ello su pintura resulta sobria, severa, sin lo abarrotado y lo sofisticado de las obras barrocas y rococó (hay que tener en cuenta que décadas después, cuando pinta a Napoleón, su estilo se vuelve más recargado, más estridente).
Juramento de los Horacios no sólo consagra a David definitivamente, sino que se convierte para muchos en “el perfecto ejemplo del estilo neoclásico”.
La escena, de estilo sencillo, sin muchos “aderezos”, austero, muestra el juramento que hacen tres hermanos ante su padre, prometiendo luchar por Roma hasta la muerte. Es el sentido del deber, el sacrificio, la exaltación del patriotismo, del heroísmo, que influirán en la pintura de las décadas siguientes. Y, como podemos sospechar, al ser temas más bien románticos, son temas que anticipan el Romanticismo que se aproxima.
Si quieres leer sobre temas relacionados, te recomendamos algunos links:
El período rococó en 5 puntos.
La pintura neoclásica en 5 puntos.
Recuerda que también puedes encontrar más material utilizando el buscador de la página.
0 comentarios